Hace ya muchos años que me depilo, pero si te soy sincera la verdad es que nunca me había parado a pensar en la depilación sostenible.
Para ser franca te diré que no fue hasta hace un par de semanas, cuando por casualidad me topé con una ilustración sobre los métodos más eco para depilarse que me hizo indagar más sobre el tema leyendo este maravilloso post.
En él se habla de diferentes métodos y me gustaría usarlo de referencia para contarte mi propia experiencia y cómo conseguí no tener casi pelo que depilar a la par que cuidaba en medio ambiente.
Mi largo camino hacia la depilación sostenible
Empecé la puñetera etapa de la depilación a la ¿tierna? edad de 14 años.
Es una experiencia que no me gusta nada recordar. Fue súper dolorosa y poco efectiva.
El método elegido para tal fin fue una Silk Epil que, supuestamente, arrancaba los pelos UNO A UNO.
Bien, te diré que mi tipo de pelo en las piernas por aquel entonces era lo que posteriormente denominarían los expertos como vello masculino. Súper fuerte, duro, negro.
¿Y qué paso?
Bueno, que esa máquina me pegaba tirones y no conseguía arrancar muchos pelos y en lugar de eso me los partía. Los que sí me conseguía arrancar acababan dejándome la mayoría de los poros sangrando, literalmente.
A los dos días había que volver a pasar la máquina claro, porque los pelos que tenía partidos (que eran la mayoría) habían crecido y parecía que tenía barba en las piernas.
Barba, costras y más sangre. Un horror.
Con el paso del tiempo decidí probar la cera, tanto caliente como fría. La primera fue algo decepcionante pues me dio bastante peor resultado que la otra.
Pero no todo era color de rosa.
Después de llevar todo el otoño, invierno y parte de la primavera sin depilarme tenía un montón de vello que las bandas de cera fría me liquidaban relativamente bien y con bastante menos dolor que la máquina.
¿Cuál era el problema?
Aunque me arrancaban más pelo, no paraban de dejarme un montón partidos y el tema de la sangre también estaba presente.
Además, habría que sumarle el tema de que cada 2 días me tenía que pasar la Silk Epil de nuevo para quitarme las «barbas».
Pero, ¿cuál era el mayor problema de todos?
Tenía varios:
- Las barbas.
- La sangre.
- El rápido crecimiento del vello, que hacía que mis piernas fuesen llenas de puntitos con los poros abiertos y negros.
- Las heridas y los derrames que me provocaba la sangre.
Pero el mayor de todos, sin lugar a dudas, es el de los pelos enquistados.
No quiero entrar mucho en detalles escatológicos porque seguro que ya sabrás de lo que te hablo y, sino, mira este artículo.
El caso es que a mí esos dichosos pelos encarnados me provocaban aún más suplicios, heridas, costras y, a consecuencia de todo esto, cicatrices que a día de hoy sigo teniendo y que seguiré con ellas hasta mi último día en este planeta.
Otros métodos que probé
La crema depilatoria: un asco, tenía que gastar un montón y como no te quitaba el pelo de raíz los resultados eran los mismos que si te pasaras una cuchilla.
La cuchilla: ideal para cuando tienes poco tiempo, pero al día siguiente ya tienes «barbas». Además, en teoría, este método favorece la fortaleza del propio vello.
Si usas cuchilla te recomiendo que uses una de metal reutilizable, que es infinitamente más ecológica.
La eléctrica: efectiva, pero me dejaba demasiadas heridas y hoy, 14 años después de mi última sesión, aún tengo las cicatrices de cada una de las descargas eléctricas poro a poro. Tampoco sirve para grandes superficies.
El método definitivo y más sostenible de todos

Cuando tenía unos 21 años y estaba ya hasta el moño de la **** depilación, varias conocidas que tenían problemas similares me recomendaron que probase la depilación láser o la fotodepilación.
Al principio fui escéptica, pero como no tenía nada que perder y mucho que ganar decidí probar.
He de decir que las primeras experiencias con el método fueron bastante horrorosas en cuanto a dolor. La chica que me atendió me dio una charla que me ayudó bastante a tomar la decisión de querer volver otra vez.
Tienes el vello muy negro y muy masculino. Te va a doler un montón, pero al ser de color negro los resultados serán favorables relativamente rápido.
Los mejores resultados los vemos en los pocos hombres que vienen, ¡hasta para eso tienen suerte! (hijos de ****)
Y lo más importante es que tengas constancia, sobretodo al principio, tardarás unas pocas sesiones en ver los resultados.
Y la verdad es que tenía toda la razón.
Fue ultra mega dolorosísimo. Aunque la culpa la tuvo ella pues no me traía hielo nuevo cada poco tiempo, sino que usaba el mismo para toda la sesión…
Pero también tenía mucha razón en que los resultados llegarían pronto, aunque no en la primera sesión. Aunque para mí el hecho de hacerme la sesión y de que me tardara en crecer de nuevo el vello un mes ya fue todo un logro.
Ahora, después de bastantes sesiones, puedo decir que prácticamente me he olvidado de lo que es tener pelo en las piernas (y las axilas que también me hice años después). De vez en cuando, una vez cada dos años, voy a que me hagan una sesión de repaso para matar lo poco que queda.
Y la pregunta que seguramente te estés haciendo: ¿cuánto dinero me he gastado en fotodepilación?
Pues calculo que en torno a unos 1000 € en total.
¿Te parece mucho, verdad?
Bueno, piensa en que ese dinero fue a lo largo de 10 años, así que si coges la parte proporcional yo creo que sale muy muy a cuenta, y no es una cantidad que tengas que desembolsarte de golpe.
Además, volviendo al tema del medio ambiente y la depilación sostenible, hay que hacer la siguiente reflexión: cualquier método genera gran cantidad de desperdicios, pero el láser y la fotodepilación generan desechos mínimos (máquinas y los cristales que cada cierto tiempo hay que cambiar) para la gran cantidad de gente que los usa.
¿Y tú, cuál es tu método de depilación sostenible favorito?
Mejor Depiladora
Hola!
Que interesante me parece este artículo. Lo cierto es que nosotros trabajamos las depiladoras y no habíamos incluido esas opciones verdes que comentas. Me parece que hay que tenerlas en cuenta y sin duda abriremos un espacio para ellas. Mil gracias por tu experiencia!
Raquel
Gracias por tu comentario, me alegra mucho que sea de ayuda.