¿Alguna vez has oído hablar de la fibra de carbono?
Sí, es ese material súper rígido de color negro que se usa en la Fórmula 1.
Pero, ¿sabías que hoy en día la fibra de carbono se usa para prácticamente todo? Desde la Fórmula 1 hasta los aviones pasando por los trenes de alta velocidad.
Es un tipo de material que podemos llamar compuesto.
Pero, ¿por qué te cuento todo esto?
Pues porque hace poco tiempo fui de visita a la Fundación para la Investigación, Desarrollo y Aplicación de Materiales Compuestos (Fidamc).
No te voy a decir los motivos los cuales me llevaron a ese lugar, pero sí que me gustaría contarte mi opinión desde un contexto no técnico y que pueda entender todo el mundo.
Qué sabía sobre Fidamc antes de la visita
Básicamente nada.
Para ser sincera, es que no me sonaba ni el nombre.
Pero se me planteó la posibilidad de hacer una visita al lugar, y ¿por qué no? Cualquier ocasión es buena para aprender algo nuevo.
Cómo fue la visita
En la visita éramos unas 15 personas en total y había gente que controlaba mucho mucho del tema de los materiales compuestos, pero yo no, no tenía ni idea, así que pude aprender de primera mano qué se hacía allí.
Estuvimos unas dos horas y media en total haciendo la visita y vimos prácticamente todo, así que se puede decir que fue un tiempo muy bien invertido.
Pero lo que más me llamó la atención es que había unos robots gigantes que «imprimían» las piezas, que también eran enormes, y eso me llamó muchísimo la atención.
¿Te imaginas la estructura del vagón de un tren impresa por una máquina?
Es de locos.
El mejor punto a resaltar
Como he dicho, había unos robots gigantes, pero más que lo que vi fue una cosa de las que oí la que más se me quedó grabada.
Al comienzo de la visita nos metieron en una sala y nos hicieron una presentación de qué es Fidamc, qué hace, cómo se creó, etc.
Y durante esta charla me pareció súper curioso que, por su parte, sacasen el tema de la sostenibilidad. Dijeron que estaban trabajando haciendo toda clase de pruebas para encontrar un proceso que ayude a reciclar los materiales compuestos, ya que hoy por hoy prácticamente todo se desperdicia y es una pena.
También se abrió un debate sobre que, para que los materiales puedan ser reciclables, primero hay que fabricarlos de una determinada forma para que puedan ser reaprovechados posteriormente.
Y la pregunta del millón es:
¿Es rentable reciclar los materiales compuestos?
Pues la respuesta que ellos nos dieron fue bien rotunda. A día de hoy no.
Básicamente la respuesta negativa está cimentada en que es mucho más caro reciclar que fabricar material nuevo y que para fomentar el reciclaje tienen que ser los propios gobiernos los que obliguen a que se recicle y/o se reutilice parte del material.
Una pena, la verdad, pero todo se andará.
¿Y tú, qué opinas de los materiales compuestos y de su «reciclaje»?